martes, 27 de septiembre de 2005

Moby Dick or, The Whale. Or, The Blog.


Sin importar por qué misteriosas razones acaba uno con un libro determinado frente a los ojos, llevo ya no sé cuántos meses cargando al mamotreto de Moby Dick en el morral para que me entretenga en los trayectos en el metro. Aunque comenzar fue dificil, ya casi voy llegando al final de las aventuras del Pequod y su insano capitán Ahab.

No voy al contenido mismo del libro, que puede considerarse a estas alturas del s. XXI políticamente incorrectísimo -caza de especies en extinción- y el cual ya cada cual podrá juzgar por sí mismo si le interesa, aunque sea leyendo la reseña del 1000 Libros, sino a la forma.

Quizás tengo demasiadas cucarachas y blogs en la cabeza, pero me parece que Moby Dick podría considerarse y leerse como una blogvela, o mejor dicho, como un blog de 135 posts entre National Geographic, ensoñación, Capitán Cousteau y todas las reflexiones imaginables sobre los leviatanes y sus cazadores.

Si no es el primer blog en la historia, por lo menos es uno de los más pesados. Y también uno muy bello.

3 comentarios:

patton dijo...

Curiosamente ayer donde esta niña se hablaba de Oscar wilde, y cómo le también pudo ser un blogger del siglo antepasado.

Creo que encontrar pre-bloggers no es más que una señal de nuestra creciente adicción.

Mal Ladrón dijo...

A mí lo que más se me parece a un blog de la literatura es La senda del perdedor...
Saludos

El Chico de la Tapa dijo...

Oye me alegra mucho que la pasión por la Tengo Viva llegue a tan lejanas tierras.