viernes, 19 de octubre de 2012

Fin de año autoinflingido

Estoy aterrada de la vacaloca que tengo de aquí hasta el primer fin de semana de diciembre.
A respirar hondo, maestra, soltar el aire poco a poco y prepararme para el fondo que me espera estas semanas.  Dejar todo listo hasta el jueves para desaparecer por dos semanas casi que literalmente en la Cochichina (confieso mi amplia ignorancia de que siempre pensé que este nombre era un chiste, un juego de palabras, y no un lugar real), no allá sino en Camboya.  17 días.  Llego un lunes a las 5 am directo a trabajar.  Y llego y no paro, pero dejo así por ahora esta descripción de la marejada.