lunes, 28 de mayo de 2007

Conmoción general

El ciclismo es una olla de la que hace bastaaaante rato se desprenden unos olores bastante mefíticos. Por aquí están todos que no saben qué hacer con las naúseas, porque algunos corajudos han decidido retirar la tapa y confesar sus pecados. Porque el que no metía, no podía mantener el paso, no podía competir. Y se quedaba sin contrato y sin empleo. Al parecer estaban TODOS enlodados en el asunto: directivas, médicos, entrenadores.

Y están en cuenta regresiva para la caída final de Jan Ullrich, quien quizás por haber sido el más popular y más querido, es el que más duro va a caer.

Todos se rasgan las vestiduras y piden castigos ejemplares para los responsables (los cínicos que abogan por una amnistía general o no son registrados por la prensa o saben quedarse calladitos), pero hasta ahora no se ha dicho nada sobre acciones concretas en el futuro sobre cómo seguirá llevándose los equipos, por decir algo.

Deutschland siempre sabe ofrecerme alguna analogía traviesa.

G8

Conferencia del G8: 100 millones de euros
Cerca que rodeará al lugar: 12 millones de euros
*
como siempre, imagen tomada de Spiegel Online

Policías movilizados para la seguridad del evento: 16.000

Revisión de la correspondencia de sospechosos*, de los allanamientos a los lugares en donde los sospechosos se reúnen, de las interceptaciones telefónicas, de instalación de cámaras en los locales cercanos a donde viven los sospechosos, de la recolección de muestras de olor de los sospechosos* (a lá Stasi, como en La vida de los otros): ? millones de euros (por el personal y el material empleados)
*qué pena, links en alemán

Extralimitación de las facultades del Estado, lesión de los derechos fundamentales a nombre de la lucha / prevención contra el terrorismo...

y animación de los opositores dándoles (más) motivos para sus protestas:
NO TIENE PRECIO

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La locación de un evento de esos no se le desea ni al enemigo. A ver si para la próxima se deciden más bien por una teleconferencia o un chat en Internet. O si son muchas las ganas de verse las caras, en alguna isla desierta.

sábado, 26 de mayo de 2007

Don'ts

Nunca, nunca comprar un mango, sin importar su procedencia. Mejor gastarse esa plata bebiendo o regalársela al primer perro que pase, pero no perderla así de miserablemente.

Nunca, nunca volver a leer la crítica cinematográfica de la prensa. Para estos críticos chapuceros contar el final es parte imprescindible de su trabajo.

domingo, 20 de mayo de 2007

Roce social - Despedida de vecinos

Los seniores V. se mudaron el viernes de este edificio. A Frau V. yo me la encontraba seguido, éramos las únicas que usábamos el área comunal para secar la ropa. A Herrn V. lo veía más bien poco, por su delicado estado de salud. Precisamente por eso fue la mudanza: su vivienda era en el 5° piso y a Herr V. ya el cuerpo no le da para tanto escalón. J. nunca perdió oportunidad de ayudarles a cargar las compras cuando los veía.

Ese viernes nos dejaron una notita invitándonos a una reunión de despedida el domingo. Allí estaba Frau B., una croata que lleva también la pila de anios por aquí, la familia Pérez (no es pseudónimo, son chilenos), Hugh Bliss y nosotros. Los V. comentaron que les había costado trabajo dormir en su nuevo apartamento, porque era raro tener que acostumbrarse a las nuevas paredes, después de 54 anios de estar viviendo en las de antes!! Se conocieron en una academia de baile en 1950, en la que no tocaba pagar inscripción pero sí llevar una briqueta de carbón en cada clase. Llevaban una semana de casados cuando se trastearon a este apartamento, en el que ni siquiera podían cerrar las puertas porque estaba todo recién pintado, así de nuevo era. Aquí tuvieron y criaron a sus dos hijos y a varias generaciones gatunas.

Alles Gute para los seniores V. en su nueva vivienda en un primer piso.

Roce social - Despedida de temporada futbolística

La reserva del Post SV hizo ayer su asado de despedida de la temporada. Las companieras de los futbolistas también estábamos invitadas. Me consoló ver que no soy la única que se aterra de la locura de su marido por jugar -y de manera entusiasta- un deporte que lo vuelve trizas en cada partido, y de ver que el de J. es un caso leve al lado de otros especímenes.

La heterogeneidad del equipo se puede apreciar en un CD que decidieron compilar entre todos para contrarrestar el horror que el entrenador solía ponerles después de cada partido (que incluía, entre otros hits, "I am looking for freedom"). De AC/DC pasan a un rap gringo maloso y de ahí a un reggaeton -también infestó estas tierras- y de ahí a un tecno inmundo y perpetuo que no me deja seguirle la pista al CD sino hasta cuando AC/DC suena de nuevo.

Pero con las otras chicas no pude conversar mucho. Mis intentos no tuvieron ninguna acogida y cuando las vi media hora después, ya se habían tomado una botella de champán -entre 4-, se reían como gallinas desaforadas y tenían todas un papelito pegado en la frente. Qué bueno que no me pararon bolas.

viernes, 18 de mayo de 2007

Los compadritos de la izquierda

La escena izquierdosa alemana es de lo más pintoresca. No me refiero a los partidos políticos, sino a los compadritos mamertos / izquierdosos. El clisé de que "aquí el bienestar general es relativamente alto y por tanto no hay por qué protestar" lo confirmaron mis primeras impresiones recién llegada. No porque no hubiera razones, sino viendo las de ellos.

La escena en Hamburgo tiene su fortín en un teatro abandonado en la zona de Sternschanze, que estaba llena de junkies en los días en que yo llegué pero que iba mutando al barrio bohemio lleno de yuppies y alternativos que es hoy en día. El Rote Flora sigue siendo un grito rebelde con su dejadez en medio del glam que se impone en sus alrededores. Sobra decir que cuando se mueve algún dedo por su privatización, salen las hordas de compadritos a echar piedra y no permiten que pase nada. Hasta ahí, pues todo normal en contra del cochino capitalismo y a favor de que "ningún ser humano es ilegal". El problema es cuando uno mira causas más concretas por las cuales esta gente se desganhita. A mi llegada, en el 99, la cuestión bandera era la liberación de Mumia Abu-Jamal, un periodista afroamericano condenado a muerte en Estados Unidos a pesar de haberse comprobado su supuesta inocencia. No digo que el senior en cuestión no se mereciera todo el apoyo del mundo, pero a mí me pareció muy rebuscado... qué tenía que ver el senior con Hamburgo? Si lo que se necesitaba era una cara para la causa, no había quizás alguna otra más cercana, que afectara de manera más significativa los derechos / intereses de los locales? De Abu-Jamal quedará si acaso un mural en alguna esquina oculta del Rote Flora. Luego fue Achidi John, un asilado nigeriano que murió cuando le indujeron vómito en la comisaría al buscarle las bolsas de heroína que estaba vendiendo y se había tragado antes de ser detenido. Allí al menos la causa era un poco más cercana a la realidad de estas calles. También tuvo mucho eco el desalojo de los Bambule (link en alemán), una comunidad de vecinos en un lote bastante central en Hamburgo. El problema con ellos era que habían invadido ilegalmente el lote y allí se alojaron con sus carro-casas. Aunque nunca se oyó de ningún robo o atraco en la zona, pasar por ahí no dejaba de ser algo siniestro, sobre todo por el olor nefasto que de allí salía porque no contaban con ninguna instalación sanitaria. La guerra de Irak no fue desaprovechada tampoco como bandera de protesta (y eso que el gobierno alemán tuvo el tino de no entrarle al asunto). Alguna vez me vi envuelta por error en una marcha de protesta de aquellas -yo quería ir a cine y la marcha bloqueó la calle, por lo que me tocó caminar y húbome allí-, y me asombró ver que había más policías vigilando la manifestación que manifestantes.

En fin, que aquí los chicos, aunque están en todo su derecho de hacer las protestas y defender sus ideas, se quedan más bien en la retórica antiimperialista y además de ruido, no hacen mucho más que seguir tomando su cervecita. La reunión del G8, que se celebrará próximamente en un pueblito al norte de Alemania, es un excelente pretexto para volver a repintar el mural de enfrente y preparar las pancartas y las marchas. La policía y el gobierno también están en todo su derecho de tomar las acciones preventivas para asegurar el buen transcurso de la reunión y -un poco menos, del lado de ellos, digo- el derecho a la libre expresión de los opositores. Pero haber allanado al Rote Flora con toda la publicidad del caso fue un paso en falso, porque lo único que hizo fue darle cuerda y notoriedad a los compadritos, que ahora sí se sienten más en propiedad para luchar contra la injusticia, el capitalismo y la globalización.

jueves, 3 de mayo de 2007

Estambul - Legado turco III

En febrero de este anio tendría que haber venido Ohmar Pamuk a Alemania, a dar una serie de lecturas para el lanzamiento de la traducción de su libro "Estambul". Mi amigo U. estaba en ese momento entusiasmadísimo con el autor y me invitó a la lectura. Aunque yo no había leído nada de él, no es propio de una dama rechazar tales invitaciones de sus amigos y me apresté para la ocasión, pero entonces algún loco nacionalista asesinó al periodista armenio-turco Hrant Dink en Turquía, Pamuk canceló su visita europea por amenazas y U. y yo nos quedamos con los crespos hechos.

Entre tanto tuve tiempo de quedar fascinada y perderme en los callejones (los estambulitas y los metafísicos) de "El libro negro" y de poner a Estambul en mi lista de lugares que hay que ver antes de que sea demasiado tarde. Ayer nos vinimos a enterar de que Pamuk... estaría hoy en Hamburgo!

La consecución de los tickets estuvo un poco estresante (U. estaba consumido de la impaciencia esperándome afuera del teatro mientras yo estaba al frente de la taquilla luchando con la diplomacia del caso a codazo limpio por lo que quedara de las reservaciones que no habían recogido a tiempo: nos tocó en puestos separados, cuyos puestos vecinos estaban desocupados) pero la velada valió la pena. A Pamuk le ha pasado la del vino, ahora se ve mucho más guapo que en la foto de treintanhero que acompania la edición del libro que leí, en la que sale con cara de bobo. Me conmovió su sencillez: se sentó en su poltrona, en ningún momento cruzó las piernas (como yo y al contrario de sus contertulios y su traductor) y al principio escondió las manos bajo las rodillas. Parecía un ninho de primaria al que fueran a entrevistar y no un Nobel! Poco a poco fue soltándose y al final ya manoteaba con propiedad. La forzosa intervención del traductor simultáneo cortaba la fluidez de la tertulia, ni escritor ni entrevistador se miraban a la cara cuando hablaban. Pamuk tiene que cargar con los lastres de "embajador de Turquía" y de "puente entre las dos culturas" y maneja muy bien el rollo: deja muy claro que su prioridad es escribir buenos libros, sin desentenderse de asumir una posición política pero también sin permitir que se convierta en el centro de la discusión.

Los recuerdos tienen dos componentes: lo que nosotros mismos vivimos y sentimos y lo que nos demás nos han dicho que nos ha pasado. "Estambul" o las 1000 y una maneras de sentir nostalgia por las fibras secretas de una ciudad y de una ninhez y juventud.

Mencionó en una de sus respuestas dos características del idioma turco: una conjugación verbal específica para expresar "qué hubiera pasado si todo hubiera sido maravilloso" y una palabra, "husun" (o parecida), que significa nostalgia pero colectiva. Lo que le hace la historia a las lenguas. Lástima que el turco sea un idioma que no suena bonito, no a oídos hispanoyentes. Al final hubo firma de libros y U. pudo irse a la casa contento con "El libro negro" autografiado por el autor, que yo había aprovechado para devolverle (al firmarlo, Pamuk reconoció, para regocijo de U., que estaba en espaniol).