domingo, 18 de diciembre de 2005

Influencia china en la novena

China ha sido últimamente tema de cavilación. Porque se consolidan como un poder alternativo, que le hace contrapeso al gringo pero mucho más autoritario y jijuepuerca que los gringos. Menos democráticos, diciéndolo rápido y mal. Pues el otro día por casualidad compré en el supermercado asiático una panela china. Sí, bnaune (sic) zucker aus China. Más blancuzca y menos saborosa que la local, no es patrioterismo sino apreciación objetiva, creo, pero eso sí mucho más barata. Malditos chinos. No sólo joden dumpiando productos gringos y europeos, sino hasta chibchombianos latinoamericanos. Igual la natilla quedó buena. A ser repartida hoy durante la novena organizada por Carolina, encantador y colombiano ser pastuso también radicado en esta hanseática ciudad. Viva la tradición, aunque sea por amenizar, no porque de verdad me lo crea a pie juntillas.

China también fue tema de conversación con Chiflamica. Se le agradece al joven y a su amiga Paula la tarde de sábado tan chévere en Hamburgo ;)

Saludos de navidad a todo el mundo. El anio ya está más o menos ido para mí, la semana entrante es prácticamente mi última semana de actividad, después me iré de vacaciones forzadas por la navidad a Düren, en donde residen los padres de J. Regreso hasta la primera semana de enero. A todos, entonces, felices fiestas y feliz 2006, que se les agradece que hayan hecho del blog una experiencia interesante. Alles Gute!

domingo, 11 de diciembre de 2005

Comenzó Cristo a padecer.... y el Mundial de Fútbol

Ha de pasar en cualquier sitio con evento mundial en ciernes, que comienzan con la machacadera dale que dale, ya viene, se aproxima, está ahí, próximamente, espere, no se lo pierda...

Y ya se sabe qué se avecina por aquí.
El viernes fue el sorteo de los grupos. Quizás yo soy muy tímida, pero no dejó de darme un poquitín de vergüenza ajena en la transmisión.

Pobre Heidi Klum, con ese peinado tan horroroso que le hicieron, un poco tiesa al principio, al lado de los otros tipos se veía como la única que se había aprendido el libreto de memoria. Pero como bien lo dijo el Cuajinais, "par de tetas jalan más que mil carretas", todos estaban lelos con la muchacha.

Pobre Goleo, no tiene la culpa de que lo hayan diseniado con tanta pinta de güevón, ni de que lo hubieran puesto a bailar con un montón anárquico de ninios.

Al balón sí bien hecho que no hicieron más que patearlo. Qué mamera un balón dizque hablando, no jodan, como en esos Dummies horrorosos. No se cansan aún de repetirnos "se llama Teamgeist y es un novedoso disenio de Adidas".

Cuando el Fuanes acabó su presentación, el jetón del presentador le dió las gracias en espaniol y luego le dijo en inglés "ay, qué pena que tu país no clasificó y no pudo venir -y luego aclarándole al público por si acaso-, Juanes es colombiano". Yo soy ingenua y creo que el presentador no lo hizo de malvado sino por hacerle charla, pero igual... gracias por recordárnoslo, idiota.

Al Klinsmann no le quitaban la sonrisa pero ni con cirugía después de los resultados (y bueno, se entiende). Nadie se atrevió a decir "ese grupo está mamey", claro, la diplomacia ante todo, pero todos sonreían. Y después vino la pobre Angie... es que el canciller anterior era pura autosuficiencia ante los medios y más cuando lo ponían a hablar de fútbol... y van y ponen a esta pobre con su anticarisma total al frente de una cámara a preguntarle que qué opinaba del grupo... pero ella, muy juiciosa como siempre, hizo el deber de hacer la mueca forzada que le sale como sonrisa y hasta chistes trató de hacer.

Eso sólo fue el abrebocas. Ayer en las compras ya vi que están a disposición del público los consabidos llaveros, tazas, gorras, camisetas del mundial, pero también las sábanas del mundial, el delantal de cocina del mundial, el trapito de cocina del mundial...

y faltan todavía 6 meses y pico, meine Damen und Herren...

viernes, 9 de diciembre de 2005

Sin mover un dedo

Hoy cambiaré de fuente y no comentaré ningún artículo de Der Spiegel, sino uno de Die Zeit que está para echarse a temblar. El punto de vista del autor es que las revoluciones/ guerras /expansiones y eventos políticos similares están correlacionados con el desarrollo demográfico. Es que para esos menesteres se necesita gente joven, especialmente hombres, incluso en estos tiempos de internet. Y dónde siguen las tasas de natalidad desmadradas o al menos sostenidas? El autor hace referencia especial a dos: la del Medio Oriente (semejante berenjenal) y... la del poderoso. Sí, los USA no tienen el bendito problema europeo del envejecimiento de la sociedad. Prevé el autor, en consecuencia, la continuidad del imperio actual y el “escalamiento” del conflicto con el Islam. El autor hace énfasis en la desaparición de Alemania y de Europa del escenario mundial; el artículo se titula “Finis Germanie”. La sociedad aquí envejece y los más capacitados se están yendo... a los USA, a pesar del antiamericanismo (es que allá las oportunidades son mejores, incluso para los de aquí. Al menos en el medio académico. Hace cuánto no sale un Nobel de las aulas alemanas? Y lo mejor: que el soundtrack del gobierno desde hace un tiempo es “recortar, recortar, recortar”, y como siempre, la educación termina llevando del bulto). Ah, si es fácil encontrar motivos para ponerse de ánimo sombrío!

Pero este blog se llama “De lo perdido, lo que se encuentre”. En su argumentación, el autor indicaba como ejemplo que hay una esperanza tangible de que el conflicto en Colombia llegue a un final. Incluso si las partes interesadas no logran ponerse de acuerdo! Según él, en algún momento no va a haber jóvenes suficientes para seguir alimentando la guerra, porque las tasas de natalidad en el país continúan descendiendo.

Pues es una perspectiva con muchos bemoles, sí... pero me permito resenharla porque le abono el uso de un nuevo “approach” y porque a quién no le gustan esas promesas como de programa de adelgazamiento “rebaje hasta 20 kilos sin que usted mueva un dedo, sin dietas y sin aguantar hambre”. O sea, logre la paz a pesar de los #§$! que se lucran con la guerra. El problema es, entre otros, que de nada sirve rebajar los 20 kg cuando uno cumpla 90 anhos...

P.S. Un corresponsal me recuerda que en los premios Nobel de este anio sí hay un alemán de aula alemana, el profesor Hänsch. Se deja contagiar uno del espíritu deportivo de la queja.

miércoles, 7 de diciembre de 2005

En la onda decembrina

No deja Diciembre mucho tiempo para postear. Parece que la congestión de agendas en este mes es mal de países cristianos. Yo, sin tener aquí familia y siendo una simple estudiante, me la paso de evento en evento: que la reunión de navidad del departamento de la universidad, que la que organiza el profesor X, que la del equipo de fútbol donde juega J., que la noche de las velitas atrasada de Sergio el rolo deutsch, que la novena* (sólo la organizamos un día) con los colombianos...

Y jarte Glühwein y trague chocolates, carajo, que para eso es diciembre. El hecho de que enero sea el siguiente mes, tan frío y tan oscuro como diciembre pero sin luces, sin fiestas y con la rutina de siempre, es aliciente y excusa suficiente para el desmadre navidenio, ya habrá un laargo enero para regenerarse a fuerzas.

Pero sobre todo, diciembre me abruma. Quisiera llegar a mi casita, como siempre, no tener que estar en esas fiestas donde no quiero estar pero toca ir. Cuando estaba sola, era peor, porque todo el mundo se moría del pesar conmigo, creyendo que me daba mucha nostalgia estar lejos de mi país y mi familia, y por eso me llegaban aún más invitaciones, que las agradecía porque se preocupaban por mí, pero que detestaba
porque me forzaban de alguna manera a estar en reuniones en donde yo no quería estar (y tenía que aceptar, por cortesía), y porque más nostalgia siento por unos calzones rotos que por la navidad en Colombia! Es más, aquí fue en donde vine a celebrar la navidad: en mi casa, por cosas de la vida, nunca se celebró. Así que la lástima que yo inspiraba se la habían inventado ellos, no era verdadera. No me quejo: preferible eso a que a ni siquiera se acuerden de uno. Ya como no ando sola, me libré un poco de la compasión ajena y de tanta invitación jarta.

La solución a todo este caos sería irse a un país no cristiano a pasar diciembre.

*No sabía que la novena fuera tan colombiana; hasta donde he visto, es una tradición única... (ahí si que saquen pecho los patrioteros)