lunes, 7 de mayo de 2012

(Manifiesto)^-1

@11amber11 publica un manifiesto por la conservación de la nacionalidad colombiana habiendo migrado a Europa. Respeto profundamente su sentir, pero no lo comparto. No pretendo rebatir ninguno de sus argumentos, nada más exponer mi sentimiento diferente al respecto.

Yo sí adopté la nacionalidad alemana. He tenido obstáculos que no hubiera tenido de seguir siendo colombiana (ejemplo: un alemán necesita visa a Rusia) o he perdido supuestas ventajas (ejemplo: un colombiano ya no necesita visa a Turquía). Pero de otra parte se acabaron las idas a la oficina de extranjería, las declaraciones extras en la policía, la inseguridad del estatus de inmigrante. Sin haberme vuelto alemana mi inminente separación hubiera sido mucho más difícil. No está de más la inmunidad diplomática para despotricar de los impuestos que pago, las güevonadas que hacen los políticos, las plastedades que plagan este país o para alegrarme por fin de una buena selección nacional de fútbol. No creo que eso me haya vuelto mejor persona, solo simplifiqué algunos aspectos de la vida práctica.

La sociedad alemana integra pero a regañadientes y por allá a la 5° generación, así que soy perfectamente consciente de que jamás seré 100% percibida como paisana por estas buenas gentes. Me cambié la nacionalidad, no los nombres, así que a mis apellidos igual los seguirán discriminando porque estadísticamente aquí la gente de apellidos hispanos es mala paga. Para el efecto, lo que diga el pasaporte importa un rábano. No me siento vendepatrias de haberlo cambiado, mucho menos orgullosa del que tuve antes ni del que tengo ahora (de mi licencia de conducción alemana si me siento muy orgullosa porque fue con repetición de examen y todo). Lo colombiano no me lo podré quitar con nada, ni siquiera con lo que diga un papel que toca tener. Se supone que ahora dizque puedo recuperar el papelito colombiano sin perder el alemán, espero nada más que el diablo procrastinador de esas tareas jartas (ay, la declaración de impuestos, la cuenta de la luz, los objetivos del trabajo) se descuide para ponerme a ello. Al menos para que no me regañen los del DAS cuando pretenda entrar de nuevo a Colombia.