jueves, 26 de junio de 2008

La tal semifinal

La tal semifinal estuvo a la altura de las expectativas, llena de emoción y con happy end.

No sólo la inquietud de nuestro anfitrión (yo estaba tranquilona y este chico me prendió sus nervios) ni la metamorfosis de J. en un gorila vociferante e iracundo al que veía por primera vez en mi vida, ni la inseguridad de los alemanes que propició ese primer gol turco que tumbó al arquero literalmente como a un munieco inservible hicieron de la velada algo remarcable.

Lo mejor fue cuando de repente, en plena transmisión, la imagen y el sonido se fueron. En Alemania. Luego volvió el tono, el locutor comenzó a transmitir como en radio. Cuando les pregunto si se puede seguir el partido en el radio siempre me remiten a las emisoras pecuecas que interrumpen su aburrido programa musical habitual para informar los goles live, pero a ninguna estación que transmita el partido completo, como las que sí se conocen en Colombia para el efecto. No. Eso es hablarles de otro mundo a ellos tan modernos. Y vea la que les tocó en plena semifinal de la Eurocopa. Llegué a pensar que era una venganza a la Amélie de parte de mi amiga A., a quien el torneo deportivo no la tiene para nada contenta debido a su aversión mujeril al balompié empeorada por la patología de hincha histriónico del marido*. Lo peor fue que cuando regresó la imagen, 6 minutazos después, quedó el sonido desacompasado, con varios segundos de adelanto, pero eso vine a saberlo apenas hoy leyendo la noticia del impasse con la caída de la senial. Fue porque un rayo cayó sobre el sistema de transmisión y no tenían equipos de reemplazo para emergencias. El caso es que todo el tiempo tuve esa sensación horrible de estar viendo el futuro, y claro, era porque uno oía primero la narración del gol antes de ver el gol mismo.

*(Menos mal mi padre hizo de mí una seguidora pasiva y buena onda de fútbol).

Luego vendrían tres goles en 10 minutos -entre ellos uno turco muy a su estilo de definición dramática de último momento- y se constataría lo que dijera supuestamente Gary Linecker después del mundial del 90:
"Definición de fútbol: El partido dura 90 minutos y al final los alemanes siempre ganan".**

**: A la Chapulín Colorado tengo que corregir la cita, que estaba por supuesto mal citada -me iba dando lata encontrarla en google omnipotente-

Soccer is a game for 22 people that run around, play the ball, and one referee who makes a slew of mistakes, and in the end Germany always wins.

: la idea era esa.

Gracias a los dos gatos -miau- por sus comentarios.

martes, 24 de junio de 2008

Soundtrack

En este blog encontré esta maravilla de video, que me gustó tanto que no me quedó de otra que postearlo:





Absolutely lovely.

Lloguor patrio

Que Alemania se arropa con orgullo con los colores patrios con ocasión del fútbol ya lo había comentado, es una de las secuelas del Mundial. Igual la costumbre de andar izando las banderas es relativamente nueva porque se siguen pifiando con el orden de los colores y el derecho y el revés de la bandera como lo advirtiera Chiflamicas en el 2006. Pero una cosa muy distinta es que que uno de los canales estatales salga hace pocos días con este chorro de babas en las noticias de las 8 de la noche, el programa con rating AAAA por excelencia en este país:



Nunca dejaré de alegrarme por no pagar estos cochinos Gebühren de porquería -los impuestos por tener un radio y/o televisor-.

EM (Eurocopa) 2

Maniana va a estar la primera semifinal de la Eurocopa interesante. Juegan Turquía y Alemania. Como bien se sabe, los turcos son el grupo de inmigrantes más grande en este país, con cosa de unos dos millones de nacionales por estas tierras.

La llegada de Turquía a estas instancias del torneo ha sido todo un tour de pathos. El partido contra la república Checa iba 2-0 para los checos en el minuto 76. Y los hijuemadres turcos sacaron el 3-2 de no sé dónde, incluso con arquero expulsado y todo.
Los pobres croatas se sobaron por andar celebrando el gol del desempate en el minuto 116 (hubo alargue). Siguieron corriendo saludando a las tribunas y descuidaron los minutos que quedaban de partido, nada más para que llegaran los turcos y empataran, se fueran a penalties y chao Croacia.

Después de tantos partos tan difíciles, tienen literalmente medio equipo lesionado / sancionado y les tocó poner a jugar al arquero suplente de medio campo contra Alemania.

Alemania por su parte arrancó sin convencer y como en el Mundial pasado, se fue consolidando a medida que avanzaba la eliminatoria. Los alemanes son favoritos, pero con estos benditos turcos, que parecen Bruce Willis en Hard to Die, uno ya no sabe.

En todo caso el partido pinta bueno al menos por la atmósfera de suspenso.

domingo, 22 de junio de 2008

Acuerdos tácitos

-Ya no leemos más el periódico godo porque ya no voy más al gimnasio en donde lo distribuyen gratis. Ahora leemos uno "socialista" que compramos miércoles y sábados, de factura no tan exquisita pero con bastante más humor y lo mejor, ya no nos ponemos de mal genio leyéndolo.

-Yo sabía que a los colonios Düsseldorf no les gusta por la rivalidad de antanio de las dos ciudades (C. siempre fue muy rebelde ante los invasores y en cambio D. los celebraba lo mejor que podía), así que no me extraniaba la mala onda de J. Que yo la percibiera como un lugar que no se cansa de ufanarse de ser lo más lindo, elegante, chic, fabuloso SIN SERLO podía ser embeleco mío mezcla de la mala onda de J. y de mi nostalgia hamburguesa.

Pero en la revista del periódico del miércoles venía un artículo que me demuestra que NO estoy loca, que aquí definitivamente siembran sobre piedras. Es peor de lo que lo percibía: Düsseldorf es el hazmerreír alemán con tanta pretensión araniada en el aire. La frase lapidaria del final: Düsseldorf es un test de personalidad.

Así que, querido pueblucho: yo aquí vivo porque aquí trabajo. Pero tu y yo no nos vamos a volver cómplices para nada, que quede bien claro.

lunes, 9 de junio de 2008

Después de la Wm...

... viene la Em!
Vuelve a ponerse esto verde que te quiero verde por los gramados en el televisor. Viene el Mundial sin Argentina y Brasil, pero también sin Arabia Saudita y rellenos similares.

También hay una cierta predominancia del amarillo-rojo-y-negro, más que todo en las banderitas que ondean en los carros, pero también en algunas ventanas abanderadas y en los maquillajes de los gomosos que se fueron a Austria y Suiza a acompaniar a su selección.

Mundial como el del 2006 sólo fue aquel, pero quedaron algunos airecillos diferentes.

Tarde

El verano en estos parajes es otra cosa. Para salir a quejarme no titubeo en postear, para las flores me hago la tonta. La red de ciclorrutas en Düsseldorf es mucho mejor que la casi inexistente hamburguesa.