En mis seis años de residencia en esta ciudad, tuve oportunidad de vivir dos años en el área de influencia de la Subkulturzone. Encontré un link en el que pueden verse fotos de la calle en la que viviera, las fotos
que hice sólo con la mente y que vine a encontrar de nuevo en Internet.
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"Se prohíbe que los niños jueguen en el portón y en el patio. El propietario". No es que me guste burlarme de estos Deutsche, sino que ellos dan la papaya, carajo. Ahí están pintados).El edificio donde está el cartel con unos colmillos es el teatro Neue Flora, en donde se exhibía por aquellos días el musical "Tanz der Vampire", La danza de los vampiros.
Para que vean que también hay escena mañé por estas tierras, siendo este uno de los menos perversos ejemplos. Esa era la esquina de mi casa, yo vivía a unos 200 m caminando hacia la derecha desde el teatro.
Menos mal el apartamento daba al patio trasero, por lo que no me enteraba del tráfico tan espantoso. La Stresemannstrasse en Hamburgo es de veras una calle bien tediosa para manejar, pues al ser de las pocas avenidas que atraviesan toda la ciudad y desembocar justamente en el Elbtunnel, el túnel que pasa por debajo del río y que es la salida de los bienes que llegan al puerto al resto de Alemania y de Europa, está llena de tráfico pesado, y además tiene límite de velocidad de 30 km/h porque en sus orillas hay muchos edificios residenciales y ha habido varios accidentes mortales con niños atropellados... Hamburgo es bastante enrevesada, ha resurgido de sus cenizas no una sino más veces, por lo que su actual estructura no fue continua en su relación con la gente.Y allí, en medio del trancón, vivía yo. No me disgustaba, como ya mencioné, no me enteraba del ruido afuera, y el encontrar el trancón en el día y a los transeúntes fiesteros de noche me recordaba mis tiempos bogotanos, en donde vivía en Chapinero bajo entre la 13 y la Caracas cerca de la Católica. Todo un follón, tío!

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