Nunca, nunca comprar un mango, sin importar su procedencia. Mejor gastarse esa plata bebiendo o regalársela al primer perro que pase, pero no perderla así de miserablemente.
Nunca, nunca volver a leer la crítica cinematográfica de la prensa. Para estos críticos chapuceros contar el final es parte imprescindible de su trabajo.
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3 comentarios:
Lástima, con lo ricos que son los mangos...
Y sobre las críticas cinematográficas, nunca las leo, es perder el tiempo
uy si, un mango Biche con sal. . . o uno peludo y bien dulce. . . ahhhh!
Lástima lo del mango.....lo que pasa es que por bien que ud los trate el viaje hasta alla no es que les deba sentar de a mucho.
Y lo de los criticos, le recomiendo ochoymedio.info....es una pagina muy buena sobre cine y no cuentan finales
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