Los seniores V. se mudaron el viernes de este edificio. A Frau V. yo me la encontraba seguido, éramos las únicas que usábamos el área comunal para secar la ropa. A Herrn V. lo veía más bien poco, por su delicado estado de salud. Precisamente por eso fue la mudanza: su vivienda era en el 5° piso y a Herr V. ya el cuerpo no le da para tanto escalón. J. nunca perdió oportunidad de ayudarles a cargar las compras cuando los veía.
Ese viernes nos dejaron una notita invitándonos a una reunión de despedida el domingo. Allí estaba Frau B., una croata que lleva también la pila de anios por aquí, la familia Pérez (no es pseudónimo, son chilenos), Hugh Bliss y nosotros. Los V. comentaron que les había costado trabajo dormir en su nuevo apartamento, porque era raro tener que acostumbrarse a las nuevas paredes, después de 54 anios de estar viviendo en las de antes!! Se conocieron en una academia de baile en 1950, en la que no tocaba pagar inscripción pero sí llevar una briqueta de carbón en cada clase. Llevaban una semana de casados cuando se trastearon a este apartamento, en el que ni siquiera podían cerrar las puertas porque estaba todo recién pintado, así de nuevo era. Aquí tuvieron y criaron a sus dos hijos y a varias generaciones gatunas.
Alles Gute para los seniores V. en su nueva vivienda en un primer piso.
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