Pero esta negra se las trae de algún modo, que no de otra manera hubiese venido a dar con sus huesitos por estas tierras.
Como siempre lo ha definido mejor Bestiaria, todas las mujeres tenemos nuestros lugares comunes pero también nuestros lados atípicos en los que no nos encontramos como mujeres por ningún lado. Bestiaria habla de irse de pantalón de sudadera como si nada, y yo aunque no caigo tan bajo (no por ese lado), tengo una aberrante tendencia a la no compra bastante anómala. No es cuestión de ser ahorrativa, sino de pura pereza. Las tiendas siempre viven llenas, la atención es mala y la ropa, en especial los pantalones, no me cuadran, mi figura no se adapta a estos moldes. Siempre se me hacen unas rayas absurdas adelante.
El fin de semana anterior superé mi inopia so pretexto de verme con mi amiga A. y sospechosamente encontré en la primera tienda que entramos un pantalón que me quedaba bueno. Incluso estaba rebajado. Decidí llevarlo de una vez, pero también pensé en comprar alguna blusa. La dependienta me arrebató el pantalón y muy mandona me explicó que se lo llevaba a la caja (punto de pago) de todos modos. Al no encontrar ninguna blusa (cosa habitual), decidí irme no sin antes haber ido a recoger y a pagar el pantalón. El cual por supuesto había desaparecido por arte de birlibirloque de la caja.
Con que así pasa, un fin de semana más sin pantalón comprado.
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