lunes, 16 de julio de 2007

La Pozilai

Aunque he tratado de darle el tono menos folclórico posible a este blog, hay una serie de motivos ya asumidos pero que en su momento -mucho antes de que comenzara yo a publicar esto- fueron un shock. Uno de ellos, la Policía.

La Policía en Alemania tiene un carácter eminentemente civil. Cómo será que hasta sindicato tienen! Aunque tienen fama de jodoncillos, a mí hasta ahora sólo me han jorobado la vida los de Baviera, conocidos precisamente por ello. Sobra decir que entre las tres veces que he estado en esa zona no suman ni una semana, o sea una semana en ya casi ocho anios. Fue en el episodio conocido como la Putzfrauenrazzia, en el cual íbamos en una camioneta Volkswagen (aquí se llama un bus) dos alemanes, dos indonesias (una de ellas con panioletica en la cabeza), una nigeriana, un tailandés, un egitzio y este pecho moreno -parece introducción de chiste malo pero no es chiste, aunque sí es malo-. Paramos en una estación de servicio en la autopista (Auuutooooobaaaaaaaaaahhhhhhnnnn) a estirar las piernas, es una manejada de 8 horas de Munich a Hamburgo. Y ahí nos caen a pedirnos los pasaportes que, salvo la indonesia sin panioleta, ninguno más teníamos. Ahí nos tuvieron media hora vacilándonos y luego nos dejaron ir.

-Por qué no cargan los pasaportes?
-Nunca los necesitamos estando adentro de Alemania...
-Baviera ya es fuera de Alemania, no se dieron cuenta??


Diálogo sostenido por Franziska, de Baviera, y Yemi, la nigeriana.

Los uniformes eran verde con caqui. Alguna vez me di cuenta de que yo misma iba vestida de policía con mi pantalón de pana y mi suéter verde cuello de tortuga. No sé por qué tomé la actitud de "jamás de los jamases vuelvo a ponerme esto". Me deshice de las prendas en la papelera de mi cuarto de hotel, pues estaba por vez primera (o segunda?) en Berlín. Cuando ya nos estábamos subiendo al bus que nos llevaría de regreso a Hamburgo, salió corriendo una mujer detrás de mí, gritando que se me estaban olvidando unas cosas y empunhando los arriba mencionados pantalón y suéter. Yo trataba de explicarle con toda la paciencia del mundo que yo no las estaba olvidando, sino que quería deshacerme de ellas. El problema era que yo no hablaba alemán y ella sí que menos otra cosa que no fuera ese idioma. El grupo en el que yo iba dejó de subirse al bus y se quedó viéndonos, al igual que la gente de la recepción del hotel. Y todo el mundo se dió cuenta de que yo quería tirar a la basura mi disfraz involuntario de policía alemán. Ahora me parece que el color de los uniformes y los autos tiende más bien al azul, pero ese puede ser embeleco hamburgués, porque la Policía es cuestión federal, o sea que cada estado tiene sus propias reglas, presupuesto, etc. para ello.

La Polizai (así se lee) es de lo más eficiente. Alguna vez perdí mi billetera corriendo a tomar un autobús en Harburg. Cuando me dí cuenta de la pérdida, me resigné y hasta me puse a averiguar qué tenía que hacer para reponer el tiquete del metro, el carnet universitario, la tarjeta débito, etc. etc. Esa noche llegué a mi casa y encontré debajo de mi puerta una tarjeta de la policía manuscrita por detrás que llamara al número tal que ahí me daban razón de mi billetera. Al otro día la recogí en la estación de Harburg, hasta con los cinco miserables euros que en ella había.

A J. le robaron hace dos semanas su bicicleta. El triste hallazgo del seguro roto lo hice yo una maniana entre semana. J. fue al otro día a la estación de policía a poner el denuncio. Aquí lo realmente coincidencial no fue que la bicicleta apareciera de nuevo, sino que J. hubiera guardado el recibo de compra y lo llevara cuando puso el denuncio. Gracias al número de serie que ahí aparece fue posible identificar el hallazgo. (es que J. es medio despalomado para esos terrenales asuntos) Apoyo a Patton en su campania de "denuncie, que sí sirve".

Pozilai es como J. dice policía en broma.

PS: Y "Bulle" (leer "bule") es como se dice "tombo". S., mi cuniada, fue la que me hizo caer en cuenta de esta postdata para este post,cuando me contó que en una cita con un abogado tuvo que esforzarse al máximo para que no se le saliera la palabra "Bullen" (el plural) durante su relato.

3 comentarios:

patton dijo...

No se por qué me dieron como unas ganas de irme a vivir por allá ..... no sé, que será que será ;)

Frau Rodriguez dijo...

pues don Patton, estas son las cosas del buen vivir de por acá, aun cuando también las hay de mal vivir.

Un saludo.

Anónimo dijo...

el don Patton me quitó las palabras de la boca, aquí la policía(en Bquilla) te pide comisión(extorsión) si se encuentran tu cédula tirada por ahí, eso cuando te va bien