lunes, 2 de octubre de 2006

El pais de la gente libre

(N. de la R: las entregas de hoy van sin tildes, porque no estan a disposicion. No saben cuanto me hacen falta. Amables lectores, por favor imaginenselas).

El pais de la gente libre confirma los mitos o prejuicios que hay sobre el. La gente es muy amable y sonrie todo el tiempo. Las tailandesas son como las flores, le hacen honor a su fama de mujeres hermosas. La comida es realmente deliciosa.

Hay otra serie de percepciones que seguramente son producto de mi echada a perder en Alemania. Todo me parece absurdamente barato: se puede comer como un chancho por menos de 1 euro. No hay canecas para la basura en la calle. No hay horarios ni ruta de los buses en los paraderos (pero eso si, hay paraderos. Pero solo para los buses "oficiales")*.

Tailandia, pais de desiguales. El centro comercial mas lujoso de Surasia (el Andino es como un San Victorino a su lado), con una cultura del rebusque en la que la mitad de la poblacion vende comida en puestos ambulantes, la otra mitad vende chucherias tambien en la calle, la otra mitad se la pasa barriendo y aseando -de otro modo no se explica como todo esta tan limpio con 0 canecas-, la otra mitad son monjes budistas -los budistas no corren los apuros de los catolicos, que ven como se quedan sin curas jovenes. Aqui se ven desde ninios con sus sayas amarillas-.

Lo feo: las ciudades. No se por que esa obsesion de enrejarse. No hay edificios bonitos. Enormes sectores parecen San Andresitos. El concepto de espacio publico no existe, hay todo tipo de obstaculos sobre los estrechos y maltrechos andenes -contando cabinas telefonicas, buzones, bolardos- las calles son supremamente unfriendly con los peatones. Parques? Que es eso? Realmente cansa andar aqui. Y no creo que sea embeleco de llevar mucho tiempo en Alemania. Bogota sera un poco mas sucita, pero muuuucho mas vivible.

Y el trafico. Hay los trancones del demonio a toda hora (a Bangkok no le ha alcanzado ni el metro subterraneo ni el aereo ni el segundo piso de autopistas para desembotellarse). Y manejan como vacas, no tienen ningun inconveniente en parquearse en la mitad de la calle. Menos mal que la gente no es agresiva.

Maniana me refugiare en el campo y posiblemente monte en un elefante. A ver si deja de parecerme que el pais de la gente libre esta sobrevalorado en las guias de turismo.

*Nota (del 10 de octubre): Para lo que hubiera servido si hubiera información en los paraderos. Estas letricas son imposibles de captar para el ojo occidental, yo ni siquiera las pude comparar entre ellas. Y si escriben los nombres en letras latinas, da igual, yo tardaba más en leer un nombre que en olvidarlo.

3 comentarios:

patton dijo...

Hay una blogger en bangkok, y encima amiga mía de antes. Contáctala, ella está trabando en algo con turismo.

Juan Felipe Chamorro dijo...

Qué bacano ole... vos andás más que una mala noticia!!

Anónimo dijo...

qué envidia que ande por allá tan lejos conociendo, niña. ya sabe que, aunque yo nunca diga nada, por acá ando siempre pendiente de sumercé.