jueves, 10 de noviembre de 2005

Donde están las narices

A riesgo de quedar como Mauricio Pombo, de quién sólo sé que vivió en Alemania un tiempo, tuvo una librería y tiene una columna rejarta en El Tiempo en donde sólo comenta lo que lee en Der Spiegel, me permito aquí hacer referencia a un artículo de lo más interesante que apareció en la versión on line de la revista esta semana.
Se trata de los resultados de la aplicación de un nuevo método para estimar el consumo de cocaína en la población. Hasta ahora todos los datos permanecen en las brumas por la ilegalidad del producto y las estadísticas que manejan las autoridades se basan dizque en encuestas; ya se puede imaginar uno qué tan confiables han de ser. Según ellas, en Alemania apenas un 0,8% de la población entre 18 y 59 anios se ha metido un pase alguna vez en la vida. El “nuevo” método consiste en medir las concentraciones de una sustancia llamada benzoylecgonina, que es un metabolito de la cocaína que sale en la orina, pero ya no en pruebas puntuales como los frasquitos con los miados de Diego Armando, sino en ríos, es decir, en muestras de orina colectivas de millones de personas. Los resultados dejan, obvio, a las estadísticas oficiales meando a anios luz del tiesto (que urinario que quedó este párrafo): la friolera de 11 toneladas de cocaína PURA / anio estaría siendo consumida a lo largo de la cuenca del Rhin. Si lo del 0,8% fuera cierto, eso querría decir que entre apenas 184.000 almas se estarían metiendo 16 pases (de 25 mg) al día...
Alguna noche de copas, alguna noche loca hace ya sus anhitos, hice la travesura de acompaniar a mi acompaniante a comprar perica al puerto. Y van a ver por qué es verosímil que esa haya sido aventura de una sola vez y no eufemismos para disfrazar una, de otra parte inexistente, adicción. Por €15 le dieron un nudo de plásticos (el jíbaro cobraba €20 pero ese acompaniante era el especialista para pagar menos, fingiendo que estaba emputado y retirándose en medio del alegato), y después de luchar como media hora con el nudo gordiano para poder soltarlo sin romper los plásticos y arreglar el contenido encima de su ID... salieron apenas dos pasecitos!! Ajá. Una cosa es leerlo en los periódicos o sentir los efectos de la cruzada contra las drogas (cualquier cosa que aquí diga es bobada), y una muy otra es pararse al ooootro lado de la cadena y entrever, por fin, por qué el business es tan bueno, carajo, y se riega tanta sangre sin que importe un rábano.
Ahora, sacando la calculadora y tomando varias suposiciones del artículo en cuestión (1 pase = 25 mg, pureza de la cocaína que se compra en la calle = 40 % máximo) con las de la propia experiencia (1 pase = €10), da que en la sola cuenca del Rhin se estarían gastando 11 mil millones (11*10^9) de euros al anio en la diversioncita. No tengo ni idea qué porcentaje de deuda externa podría pagarse, cuántas escuelas y hospitales construirse , cuántas Bavarias y empresas de telefonía comprarse, bla bla etc. etc....

Hay posiciones godas que pueden “entenderse” –pero no compartirse- como las que están en contra del aborto y la eutanasia; hay otras que consecuentemente podrían cambiar bajo situaciones extremas, como estar a favor de la degradación ambiental por un lucro que no valdrá nada cuando ya no haya ambiente (y ya para qué).... pero de la inconsecuencia y la ceguera de esta cruzada antidrogas, con la contundencia de semejantes ganancias.... quién podrá defendernos?

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