domingo, 23 de marzo de 2008
Que conste
Encontrado en la edición online de El Destiempo de hoy. No hay que dejar de comentar la vergüenza ajena que me produce la falta de mayúscula al comienzo del párrafo.
No deja de ser un alivio que otros lleguen con investigaciones a una conclusión que para mí fue una experiencia de vida. No estaba loca, no estaba sola.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
A mi también me alivió. No me dí cuenta de la carencia de mayúscula...
Publicar un comentario