Este post es un outing. Ahí sabrán disculpar mis lectores, no crean que no me da pudor esta salida del closet. Como dice el chiste que dicen las colombianas después de hacer el amor, "no vayan a pensar mal de mí".
Perdonen que me gane el humorismo vulgar. Yo creo que son secuelas de haber estudiado en los 90s en la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional en Bogotá. Aunque ahora que lo pienso, el chiste completo se lo oí contar a una médica.
Como poeta maldita wanna be que se respete, he hecho por buscar las flores del mal. Y los burritos siempre se encuentran entre sí o se encuentran con verdes praderas. Recién desempacada en Alemania me hice amiga de un chico que tenía su propio cultivo hidropónico. Mi primer apartamento en Hamburgo fue en el barrio del puerto, en donde puede percibirse su olor en casi todas las calles en las noches. Posteriores contactos a lo largo de anios de vida universitaria procurarían el acceso a dealers más amables con el cliente. Las temporadas durenenias siempre se encuentran bien provistas, por la relativa cercanía a la frontera holandesa. En Holanda, como bien se sabe, el consumo y venta regulada de ciertas yerbas son tolerados. Transportarlas, consumirlas en lugares públicos, llevarlas consigo es delito, pero pueden ir a comprarse y consumirse en lugares con permiso para ello. Obvio, todo esto no está exento de contradicciones, pero sea como sea, el hecho es que allá son accesibles. En Düsseldorf no dejaba de preguntarme cómo iba a hacer. Hasta ahora mis únicos contactos son los companieros de la oficina... mi arrendadora... mi casera... quizás en el gimnasio... Nada más se me iba olvidando un pequenio detalle: Düsseldorf es aún más cercana de Holanda que Durania y puedo llegar en cuestión de una hora con mi ticket habitual.
Post data: Aquí, la traducción del título.
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2 comentarios:
Fortunately, en Cali se consigue mango biche muy facilmente.
:)
Pues bueno, alguna ventaja tenía que tener vivir en Düsseldorf! :D
Un consejo con los dealers antipáticos: diles que eres colombiana y que si se portan bien contigo ... cuando vengas de viaje a tu patria los recompensas... y luego los embolatas con algún cuento aduanero, claro.
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