martes, 27 de junio de 2006

Lo que no se quiere, se mata

Disculpas por el tono planhidero que adquiere este blog. Quizás sea inevitable por las circunstancias que tengo ahora de telón de fondo, quizás es que sea una refunfuniona irremediable. Por eso me costó trabajo juntar ánimos para postear esto, porque es una historia triste e inevitable. Me decido a hacerlo porque de eso se trata este blog, es el rincón que tengo para plasmar las cosas de aquí que me dejan pensando, que me dan otro punto de vista, que me dejan ver que hay otras posibilidades de ser y de pensar. Y de embarrarla.


Fuente: © Jan Hetfleisch, dpa/Montaje: ZEIT online
Las reservas naturales en Alemania están bastante intervenidas por el hombre. Son como el Neusa cerca a Bogotá. Aunque sea un oasis campestre, de natural no tiene nada. Seguramente por allá en la edad media hubo osos. Por allá hace como 150 anios le dieron cacería al último que alcanzó a verse por los contornos alpinos. Por eso fue tal la sorpresa cuando a fines de mayo de este anio Bruno hizo su feliz aparición por las praderas bávaras, arrasando de vez en cuando con un par de ovejas, de cabras o de novillas y -goloso como buen oso- de colmenas de abejas. Que los danios económicos que causa el oso. Pero que vea que es todo un superviviente excepcional, cómo lo van a matar. Entonces a "cazarlo" para arrestarlo y mandarlo a un zoológico. Traen a perros de rastreo finlandeses para la labor, porque aquí los perros alemanes no tienen cómo saber a qué huele un oso. Bruno les mama gallo a sus buscadores y aparece aquí y allá, dejando como única evidencia los restos de sus festines. En 6 semanas alcanzó a recorrer varios cientos de kilómetros, cubriendo un área amplia de los Alpes entre Austria y Alemania. Hasta que este fin de semana lo alcanzó a ver un montón de gente en una región turística. Primero unos pescadores, luego unos ciclistas, hasta unos imprudentes caminantes lo persiguieron. Ya era claro el peligro también para las vidas humanas. Eso sí, ese domingo lo vio hasta el perro pero los cazadores "buenos" no. La veda de cacería mortal fue levantada el domingo a media noche. A las 4:15 am ya yacía el cuerpo sin vida de Bruno en un camión.

3 comentarios:

patton dijo...

Parafraseando South Park:

"mataron al oso ... hijos de puta"

Saudade dijo...

Que triste

MaJaDeRiA dijo...

Ahhh, la humanidad. Que bestias y que triste historia.