Este post está escrito a las mismísimas carreras.
El puente largo de la Semana Santa se disfrutó. Hamburgo se despobló y quedaron dos semanas cortas (aquí la distribuyen de viernes a lunes, lo que me parece mejor).
Aquí no sólo se conmemora la pasión de Jesús, sino que también se le da la bienvenida a la primavera. Eso, leí en la Wikipedia, le tocó a la Iglesia incorporarlo de las costumbres bárbaras. Yo creo que sí es algo que hay que celebrar. Así que más bien se ve poco de viacrucis y Cristos caídos y más bien mucho de liebres y huevos de Pascua, lo que le da a la ocasión un tono todavía más apto para ninhos que el de la Navidad. El sábado santo también se hacen fogatas. Llegué apestando a humo y congelada (todavía toca sacar a pasear a la bufanda alrededor del cuello), pero feliz de haber participado en la mandada al diablo -por este anio- del invierno.
De otra parte, retomando las costumbres fusileras de mi desadmirado Mauricio Pombo, el semanario Spiegel en su versión on line ha creado una valiosa herramienta para los turistas que se aventuren a pisar tierras germanas en esta Copa Mundo. Se trata de la Biblia de de supervivencia en Alemania -en inglés-. Aunque no faltan las cosas un poco ladrilludas, este blog se permite recomendarlo, pues puede ser de utilidad para los interesados.
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1 comentario:
Aaaaahhh.... yo iba a ir al Mundial, pero se me dañó el viaje :(
Ya no podré utilizar 'la biblia'...
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