Fueron unas fiestas navidenhas un poco agotadoras, pero cumplimos con nuestros deberes y sacamos todo adelante, sorteando situaciones difíciles (por ser telenovelescos, pero discusiones de en dónde íbamos a atender a 20 invitados llegaron a ser muy intensas y a durar horas; inmodestia incluída, creo que si tengo espíritu negociador, o estuve inspirada y logramos encontrar soluciones que nos convencieron a todos.
Así que arranqué el anio con pie ocupado. Mi mamá también está de visita desde navidad y el invierno la tiene impresionada. Y eso que no está tan frío. Pero el clima de Hamburgo es muy jarto en esta época del anio, lo que no interesa si estás inmerso en tus ocupaciones cotidianas -antes por el contrario, se trabaja mejor, me parece-, pero que no es muy divertido si estás de turista en el país, si estás desparchado sin rutina. Y aún quedan algunos días, ojalá no se aburra tanto! No tengo casi libros en espaniol en la casa! Claro que le advertí que trajera bastante material de lectura y ya se devoró los dos libros que trajo y un tercero chichipato que nos tocó comprar en Düren de físico desprograme, pues allí fue en donde pasamos cosa de 11 días.
En Düren vive la familia de J. y por supuesto fuimos a pasar allí la Navidad y de chiripa el anio nuevo, que por regresarnos a Hamburgo en avión fue que quedó el retorno ya para enero. Düren es una ciudad pequenia de 100.000 almas, a medio camino entre Colonia y Aquisgrán, esta última ya en la frontera con los Países Bajos. Es más o menos como Facatativá: grande, pero imposibilitada por la proximidad de una capital (en este caso, Colonia, que de interesante sólo tiene la catedral y el ambiente, es el ícono popular: Aquisgrán es considerada como gomela y hasta por eso menospreciada). Igual hicimos nuestro mejor esfuerzo y como ya se ha dicho, superamos la prueba, jajaja.
Gracias a Mausi, el gato de la casa, tuve el Anio Nuevo más aburrido de mi vida: muy a las 11:30 pm ya estábamos durmiendo... mordió a J, la herida se infectó, antibióticos + poco dormir por el dolor = keine Silvesterparty.
No es necesario ser muy imaginativo para escribir un guión de comedia familiar. Basta nada más ser muy observador con lo que pasa alrededor de uno, con lo que le pasa a uno mismo. Once días en casa de mis suegros. Sin problema, porque mis suegros son realmente supercool, pero sí con un pelín de estrés, nada grave. Sobre todo por parte de mi mamá, que se encontraba prácticamente muda por aquello de las diferencias idiomáticas. En cualquier momento me cansé de traducirla, maldita hija que soy, pero es que era un poco aburridor para todos, hasta para ella misma. Un poco raro tener que repartirme entre ella y J. (y eso que estoy de vagaciones aún; cómo sería teniendo que trabajar!).
El acento del Rin es un acento muy chistoso. Un poco como un alemán hablado a lo opita güileeeense, o a lo texano ranchero. Y tooooodos toditos lo hablaaaaban aaasíii... hasta en J. revivió el renanio que creció en esa región... fue chistoso.
Pero Düren, también como otras ciudades intermedias, crece pujante y se diversifica. Llegamos a encontrar harina PAN para arepas hasta en tres locales diferentes, cuando antes adquirir ese producto significaba ir hasta Colonia obligatoriamente!
Y hay una panadería turca riquísima, como hasta ahora no la he encontrado en Hamburgo.
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2 comentarios:
Na du! herzlichen Glückwunsch!
Y cómo le preguntan a uno acá bist du gut reingekommen? Pero veo que sí. Ole tenés toda la razón, está como suave el invierno este. Eso si, mi panza sigue en crecimiento como en todos los inviernos.
Hombre, estuvo todo muy nervig con los suegros o qué? Espero que no haya salido mucho a flote el Wat soll dat denn hey? que ahora te lo puse en puro plattdutch que es el que se habla desde el Rhein pa arriba. Saludos de Anio Nuevo donia Marcelius!
Cuando hablaste del guión de comedia me dieron muchas ganas de conocer las situaciones vividas. Tengo ganas de reirme bastante este año.
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