sábado, 30 de enero de 2010

Bulto de sal

No es sino que me vuelva súbdita alemana* para que mi nuevo gobierno comience a desquiciarme. Creo que comenté que el anio pasado hubo elecciones departamentales y municipales, pero omití contar que también las hubo federales. Los liberales (aka socialistas) salieron como pepa de guama de la coalición -suena estúpido, pero hay tantos parecidos entre las historias recientes de Colombia y Alemania!-, para dejarles el campo calentito a los neoliberales (aka liberales). Como serán de demoníacos estos últimos, que ahora los que fungen de mamertos izquierdosos -perdón el pleonasmo- son los conservadores (aka cristinodemocrátas)!! Hay que ver las maravillas que ya comenzaron a hacer los neoliberales por su generoso electorado: una ley que disminuye la carga fiscal del sector hotelero (se supo luego de donaciones de este sector a este partido por varios millones de euros) y ni un pepino para resolver el hueco enorme en las finanzas del sistema de salud**.

*: Esta belleza es cortesía de El Destiempo, creánme.
**: En todas partes se cuecen habas.


Y hay una §$%/= guerra en Afganistán y un contingente alemán presente y los políticos y los medios se preguntan que por qué será que hay muertos por allá.

De mala gana acuerdan mandar más soldados, menos de los que pidieran los gringos, y sugieren que mejor formen a más policías locales. La guerrilla talibana paga 4 veces más que la policía en Afganistán, btw.

Y ahora el invierno volvió a ser como era antes de que yo llegara. Nunca había visto nieve en mi vida durante tanto tiempo.

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