domingo, 22 de junio de 2008

Acuerdos tácitos

-Ya no leemos más el periódico godo porque ya no voy más al gimnasio en donde lo distribuyen gratis. Ahora leemos uno "socialista" que compramos miércoles y sábados, de factura no tan exquisita pero con bastante más humor y lo mejor, ya no nos ponemos de mal genio leyéndolo.

-Yo sabía que a los colonios Düsseldorf no les gusta por la rivalidad de antanio de las dos ciudades (C. siempre fue muy rebelde ante los invasores y en cambio D. los celebraba lo mejor que podía), así que no me extraniaba la mala onda de J. Que yo la percibiera como un lugar que no se cansa de ufanarse de ser lo más lindo, elegante, chic, fabuloso SIN SERLO podía ser embeleco mío mezcla de la mala onda de J. y de mi nostalgia hamburguesa.

Pero en la revista del periódico del miércoles venía un artículo que me demuestra que NO estoy loca, que aquí definitivamente siembran sobre piedras. Es peor de lo que lo percibía: Düsseldorf es el hazmerreír alemán con tanta pretensión araniada en el aire. La frase lapidaria del final: Düsseldorf es un test de personalidad.

Así que, querido pueblucho: yo aquí vivo porque aquí trabajo. Pero tu y yo no nos vamos a volver cómplices para nada, que quede bien claro.

No hay comentarios.: