jueves, 14 de diciembre de 2006

Una va, ellas vienen - De valkirias (I)



Foto tomada de: Norse Mythology Pictures

Aquí, como en casi todo el mundo, el deporte nacional es la queja. Las feministas no son la excepción. El Destiempo informaba recientemente sobre no sé qué ranking de dónde cuernos -la pereza de buscar la noticia me gana- de la situación de la mujer en el mundo, en donde Alemania ocupaba un flamante 4° puesto.

Si se mencionó en las noticias locales, ni se sintió -y no creo que lo hayan hecho, porque enseguida hubieran saltado. Porque las mujeres alemanas se sienten muy injustamente tratadas. Con todo y las leyes de equidad, las licencias de maternidad hasta de tres anios, lo versátil que es el idioma alemán para hablarles a todos y a todas sin muchas interrupciones y lo domesticados que tienen estas valkirias a los hombres alemanes.

Una senial de que se han alcanzado logros es que no faltan los que se aburren y entonces, en uso de su libre albedrío, deciden emprender camino en la otra dirección. Como una expresentadora de televisión que este anio sacó un libro en el que aboga por la vuelta de la mujer a su rol tradicional de la cocina y la crianza de los hijos. Se arrepiente infinitamente de haber dejado desprotegidos a sus bebés por haber seguido con su carrera profesional, de la cual ya se retiró.

Quizás tengan razón en sus justas demandas las mujeres aquí, pero yo qué puedo decir.

Lo mismo que le digo a mi suegro cuando se queja de la autopista A1 -que une Hamburgo con Colonia- porque apenas tiene dos carriles (dos de ida y dos de vuelta, se sobreentiende).

2 comentarios:

patton dijo...

jeje. Es que todo es relativo.

Anónimo dijo...

es que en al mar hay mucha agua, se quejaba mi hija en estos días, todo es relativo dijeron ya y es cierto