miércoles, 4 de noviembre de 2015

Historia con moraleja

Esta historia, aún cuando es de 2012, no ha perdido actualidad.

Mi empleador tiende a adoptar en sus políticas, lemas y objetivos temas de moda y políticamente correctos en el mundo empresarial.  Eso en este siglo XXI es decir "sostenibilidad" y "diversidad".  La "diversity" fue inicialmente enfocada hacia el empoderamiento de las mujeres, por ejemplo fijando políticas de aumentar personal femenino en los puestos gerenciales -una mujer fue nombrada en el consejo directivo, lo cual es todo un especímen exótico en este país godarrio *olvidé mencionar que hay una ley que obliga a eso*- y organizando una red de trabajo femenina.

Una de las actividades iniciales de la red fue invitar a la gerente de diversidad de Ford -la ensambladora más grande de Ford en Europa está en Colonia, a 30 km de este pueblo- a que nos ofreciera una charla.  Sin exagerar fui la única asistente.  Las organizadoras, furiosas, dejaron entonces la decisión del siguiente evento a las demás miembros de la red.

El siguiente evento de la red femenina fue un taller sobre cómo vestirse mejor en la oficina.

Nunca más volví a nada de la tal red esa. Ahora el grupo de diversidad también tiene en cuenta a los hombres que piden licencia de paternidad (Alemania hace progresitos también por ahí), a incapacitados, a gente que hace home office, ah, sí, y a las mujeres también.

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