viernes, 24 de abril de 2015

Iglesias

En menos de dos semanas he asistido a dos misas. Creo que nunca en mi vida había estado en misa tan frecuentemente. Ambas misas católicas y en ambos casos curas hardcore y regañones.  Esto viene a pasarme en Alemania, el país del que pensara que por estar en la ultraarchicivilizada Europa ya se había desentendido de esos lastres.

Nada más alejado de la realidad.  Alemania le es fiel a sus iglesias cristianas.  No en vano el papa pasado fue de estas tierras. Los domingos NO se trabaja.  El idioma alemán se consolidó como tal cuando un cura tradujo la Biblia del latín a la jerigonza que se hablaba en ese entonces en el Sacro Imperio Romano.  Hay dos partidos que tienen el adjetivo "cristiano" en el nombre, nefastos y en el poder.   Pertenecer a la iglesia no es sólo asunto de fe:  quienes pertenecen oficialmente a las iglesias católica o protestante les aportan mensualmente 4% de su salario. Si uno quiere cesar su aporte tiene que presentar renuncia formal, es decir, ir a una oficina, llenar un formulario y firmar*.  Le queda a uno 4% más del sueldo pero se pierde el derecho a los sacramentos -supongo que el único que queda disponible es la extremaunción- y sobre todo a los servicios que ofrecen -las guarderías son de los más apetecidos-.

*: De los típicos cuentos de ciencia ficción que cuestan creer al principio en estas tierras.  Poner en el mismo cajón con el impuesto de televisión y el empadronamiento e impuesto del perro.

El formulario de empadronamiento tiene el campo "Iglesia" con los cuadraditos "católica", "protestante" para rellenar con una X.  Cuando lo llené por vez primera yo ya la tenía muy clara y dejé esa área en blanco, así que gracias a Dios nunca se han quedado esos bandidos con lo que gano con el sudor de mi frente.

Pero yo también aprovecho tanto fervor.  Disfruto de los festivos que imponen -en ese sentido el catolicismo es mejor que los demás y por eso Mayo/Junio en Renania del Norte parecen que fueran en un calendario colombiano-, soporto las campanadas que los curas locos dejan sonar por cuartos de hora completos -en los últimos 10 años he vivido en dos ciudades y en cada una he tenido una iglesia a menos de 200 m de mi casa-, comparto los ritos que amigos y conocidos celebran.  Ya he estado en un bautizo, una primera comunión y una boda.  En un mes asistiré a una confirmación protestante (creo que los protestantes se ahorran un sacramento y tienen un paquete "comunión+confirmación-todo en uno") y espero que aún no me toque asistir a ningún entierro.


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