domingo, 14 de marzo de 2010

La realidad y el arte

De nuevo la realidad supera cualquier argumento rebuscado de novela policiaca barata y resulta que la pestilencia de la olla podrida de abusos de curas católicos en colegios e internados a lo largo y ancho de la Bundesrepublik a lo largo y ancho de décadas puede estarse desprendiendo desde los pasillos del Vaticano. Herr Ratzinger en su calidad de arzobispo de Munich en algún entonces de aquellos no tenía cómo no saber de los curitas traviesos que él mismo ponía a cargo de ninhos en otras ciudades. Eso es lo que más aterra: no que haya gente así -"habemos" de todo-, sino que les sigan alcahueteando.

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