Así pasa con las cosas que no eran imprescindibles en la vida sino que sólo fueron moda, un día estás totalmente inmerso en ella y al siguiente ya ni la recuerdas.
¡Pobre blog, pobres blogs!
Ni siquiera estoy abriendo mi reader (me asombra cuando @yosola da a entender lo despejado que mantiene ella su bandeja de entrada. Yo tengo +1000 nuevas entradas hace meses). Se desprende del mote de mi referenciada que no me sacan de twitter, aunque puedo pasar días sin él. Admito que no me hago a un smartphone (Dios, líbrame del iPhone) porque temo que por estar trinando deje de trabajar. En twitter he rearmado el que fuera mi mundo blogger. Tengo casi los mismos contactos. Adenda del 17 de octubre: En cambio los amigos que nunca leyeron el blog están mayoritariamente en fb.
Después de dos años de cuenta abierta, por fin le encontré la comba al palo de twitter. Sin embargo, soy incapaz de explicar por qué twitter es tan encarretador. Me da hasta vergüenza con los amigos que sé que sólo puedo ubicar por facebook por no poder unirme a su fiesta facebookera, es que a mí fb no me mola, twitter me jala más. Qué torpe que me siento por no poder convertirlos. Menos mal no me falta el híbrido @donalvar, entrañablísimo amigo que me hace guiños en los dos lugares.
Acorde con la temática tratada, el título de esta entrada es un trino mío de hace no sé cuánto.
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2 comentarios:
el truco es seguir a muy poca gente y tener muy poca vida real. por eso lo tengo despejado.
Saludos!!! y gracias por el guiño.
Guau, me honra cantidades que se me nombre acá, aunque también me avergüenza cantidades haberme dado cuenta hasta ahora. Un abrazo.
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