Con el título de esta entrada el lector puede temer otra escena lacrimosa de extranjera "contra" los nacionales (o los nacionales "contra" extranjera, según se vea).
O también podría esperarse el triste cuadro de una outsider observando desde algún rincón alemán sin poder entender ni participar. Lo cual es el caso. Pero el objeto observado no corresponde a nadie ni a nada de por aquí. El objeto observado es nada más y nada menos que la "propia" familia :S
Me refiero a la famila paterna, en la cual las distintas "ramas" llevan nombres diferentes por cosas de la vida de la "bizcabuela" (así que ni modo de poder referirse a los XXXX de un solo golpe). En ese árbol genealógico yo vendría siendo una rama por allá bien arriba, aislada del tronco y de las demás ramas. Mi papá no fue un buen puente entre la ramita y el resto del árbol. A nadie sorprende que, cuando se da alguna esporádica interacción entre nosotros, yo reaccione "raro" y meta la pata; por lo mismo, nadie se enoja conmigo.
Moraleja:
- Lo bueno de no pertenecer a una agrupación es que a uno no lo pueden echar.
Y aquí todavía me preguntan que si no extranio a la familia.....
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